De <em>Poliedros del mar</em>
RUEGO A LOS VIENTOS ALISIOS Llegar a la feliz frontera La quintaesencia del país amigo Atravesar la vidriera de los ojos Allá afuera ser libre dejando atrás el vuelo lento de las mariposas Y avanzar hacia mí Ser cuchillo del aire como ala de vencejo Saltando sobre las nubes Rasgando el aire para herir […]
De <em>Coral polinésica</em>
El pobre pobre de Juan Bay el loco loco de Juan Bay vivía de la libertad que le daba el libre libre de Juan Bay su caramillo cancionero su mirlo posado al hombro de su risa de agua dulce su rebaño de cien mujeres el rayo dentro de la botella el fuego esculpido de su […]
De <em>Fetasian sky</em>
CONTEMPLACIÓN DE LA CIUDAD DE LOS OBISPOS Tiene que ser así para contemplarte que el sol funda los punteros del reloj de los agustinos y se marque el tiempo con la inversión de los cipreses y el viento pierda su turbillón en el halda de las monjas antes, poco antes que la coruja encienda sus […]
De <em>Desfile otoñal de los obispos licenciosos</em>
CARAVANE Dedos gemantes avariciosas ruedas pasaron las nubes hacia el sapo reventón panza de banco. Ya no queda con brillo ni el cristal de una copa y el menos tonto descolgó su sombrero del cielo Entró un aire y salió como lo vi mecha de azufre mientras llamaban de la colina –ella gritaba en la […]
Fragmento de la novela <em>Cerveza de grano rojo</em>
Y allá los cohetes, en Sonora, festejando una alegría en la esperanza y acá los continuados chasquidos de mandíbulas y los estallos de caparazones de cangrejos, de patas de centollos que se quiebran entre los dientes y dedos. Se amontonan conchas de lapas, se apalean las vértebras de las morenas. Los peces se retuercen sobre […]
De <em>Silbato de tinta amarilla</em>
CERNÍCALO AND clofer y café club de ser en sino para la cuadra de los labios como la rueda del último cañón. Alguna vez los permisos verdosos de las sensitivas. Por más cruentas señas el sitio untuoso de la cala brasero sin necesidad de sus trenzas folías. Toma la candorosa rémora por un sitial de […]
Fragmento de la novela <em>Mararía</em>
En Femés no hay gallos para cantar la madrugada; en Femés este oficio es para los perros, que perros sí que hay, delgados, asustadizos, con las orejas puntiagudas y más de cuatro garrapatas en el cuello. En Femés los perros son los amos porque son muy dueños de sus vidas, porque son los amos de […]
De <em>El ómnibus pintado con cerezas</em>
QUINTO VISLUMBRE En marcha está la hierba hacia su propia altura y el mundo se invade con olores de harina los asnos apresuran el paso el río quiebra su escarcha y es inevitable que se afilen las hoces. Pero, señores, y va de sueño, que existen tres ancianas cubiertas con vistosas estameñas y en los […]
De <em>Aprisa cantan los gallos</em>
X No sabemos por qué nos plantaron en el huerto. Alguien puso nuestros pies en la tierra y una capa nos echaron sobre los hombros. Así fuimos en la noche para espanto de los búhos inmóviles, inmovibles hombres de paja. Nos hacía mucha gracia después de todo que nuestros brazos en cruz fuesen señalados y […]
De <em>Alto crecen los cardos</em>
VI Altos crecen los cardos, brillantes y espinosas inútiles espuelas para ti, isla muerta, tiempo, caballo muerto. Altos crecen, se clavan cual encendidas uñas en esta carne inmóvil que yace desterrada, en estos ojos ciegos abiertos todo el día, en esta mansedumbre de todos los humildes. Mirad corceles mancos, mirad aves sin alas, mirad […]